STILL BEATING – JENNIFER HARTMANN

PUNTUACIÓN

OPINIÓN PERSONAL

¡Buenos días lector@s!

Hoy os traigo Still Beating, de Jennifer Hartmann… uno de los libros de ‘romance’ más oscuros que he leído en mucho tiempo. Antes de abrir el libro, sabed que NO ES UNA LECTURA APTA PARA TODOS LOS PÚBLICOS. Contiene escenas de abuso sexual, intentos de suicidio, sexo explicito y otros temas que pueden herir los sentimientos de ciertas personas. Así pues, si alguno de estos temas os toca de cerca o simplemente tenéis un corazón frágil, probablemente este no sea vuestro libro. 

Estoy segura de que no es el mío. 

Still Beating es la historia de Cora y Dean, una historia de lo más macabra. Su romance surge de la impotencia, el miedo, la soledad y el instinto de supervivencia… el único desenlace posible cuando compartes el tipo de experiencia traumática que ambos sufren en la oscuridad de aquel sótano. 

Cuando Cora pierde su cartera en una fiesta, la posibilidad de llamar a un taxi para volver a casa se desvanece. Así pues, decide llamar a prácticamente todos sus contactos… pero el único que finalmente responde es Dean. Su archienemigo. El chico que le ha estado gastando bromas pesadas durante los 15 años que se han visto obligados a verse las caras. Su némesis. El prometido de su hermana (Porque sí, esta historia está jodida en muchos sentidos. Quizás demasiados). 

La cuestión es que Dean la recoge de la fiesta, listo para dejarla en su casa y volver a dormir en su cómoda cama… pero Earl (el psicópata, asqueroso, enfermo de Earl) tiene otros planes. Los engaña y los secuestra, encadenándolos a las tuberías de su sótano y tratándolos como sus mascotas. Dean y Cora se convierten en un mero pasatiempo para Earl, que los amenaza constantemente y los obliga a hacer lo impensable.  

Se vienen SPOILERS. Durante el primer tercio del libro, esto es todo lo que tenemos. El trauma y las agresiones que ambos sufren los unen de una manera única. Algo que no hubiera ocurrido bajo ninguna otra circunstancia. Pero es que estamos hablando de vida o muerte, estamos hablando de violaciones a diario a manos de un enfermo hijo de la grandísima p***, días sin beber agua, amenazas a punta de pistola…en fin, el mismísimo infierno. Dean y Cora solo se tenían el uno al otro. Lo único a lo que Cora se podía aferrar para no perder la esperanza y sucumbir a la locura era Dean. Su voz, que era la única cosa que la mantenía en el limbo mientras le robaban su cuerpo. Su toque, la única caricia que la mantenía serena. Sus canciones, que eran lo único que conseguían relajarla lo suficiente para poder echarse a dormir en medio de aquella pesadilla. Así que sí, se enamoraron. 

Lo que es una mierda… porque por si acaso lo habíais olvidado… Dean seguía siendo el prometido de la hermana de Cora. Así que, bueno, podéis intuir como fue la cosa cuando finalmente consiguieron escapar, teniendo en cuenta que el intento de suicidio no sucedió en el sótano, sino que pasó después de salir de allí. 

En conclusión, Still Beating no es un libro para todos los gustos. A mi personalmente me ha hecho sufrir más que otra cosa. ¿Ha sido interesante leer una manera diferente de cómo puede surgir el amor entre dos personas? Tal vez, pero aún así (al menos en mi caso) no creo que valga la pena toda la impotencia que transmite a cambio de los pequeños momentos dulces y puros que hay en su historia.  

Feliz… bueno… ¡leed con responsabilidad!

Alba.