The Sweetest Oblivion - Danielle Lori

PUNTUACIÓN

SINOPSIS

THE SWEETEST OBLIVION – DANIELLE LORI

Apodada La Dulce Abelli por su naturaleza dócil, Elena sonríe en el momento justo y tiene una respuesta encantadora para todo. Ella es la hija favorita, la perfecta principessa de la mafia… o era.

Dicen que las primeras impresiones lo son todo…

En las turbias aguas del inframundo de Nueva York, la hermana de Elena está dispuesta a casarse con Nicolás Russo. Su reputación se extiende por todas partes y es más oscura que sus trajes y corbatas negras.

Después de que su primer encuentro con ella termina con una mirada accidental de su parte, se da cuenta de que es tan grosero como guapo.

No le gusta el hombre ni nada de lo que él representa, aunque eso no impide que su corazón palpite como la lluvia contra el cristal cuando él está cerca, ni el escalofrío que recorre su espina dorsal ante el sonido de su voz.

Y siempre está cerca. Diciéndole qué hacer. Haciéndola sentir más caliente de lo que cualquier futuro cuñado debería. Elena puede ser La Dulce Abelli en el exterior, pero está empezando a aprender que le gusta la oscuridad, las manos ásperas, los cigarrillos y los ojos color whisky.

Sin embargo, habiendo escapado ya de un escándalo, difícilmente puede permitirse el lujo de verse arrastrada por otro.

Además, aunque fuera suyo, todo el mundo sabe que no te enamoras de un Made Man… ¿verdad?

FRAGMENTO

—   ¿Qué pasó? — Exigí tan pronto como abrí la puerta. Ella sacudió la cabeza.
—   No quiero que le des importancia.
—   No lo haré. — Depende.
—   Promete que no harás nada.
—   Prometido. — Mentira.
Sus ojos se acercaron a los míos con una chispa.
—   Me golpeó el culo y me dijo que podía pagar de otra manera, ¿de acuerdo?
Tuve que tomarme un segundo para tragarme la rabia ardiente y así poder formar una frase coherente. ¿Podría esta mujer ir a cualquier parte sin que los hombres pierdan la cabeza? La parte irracional de mí se agitó, golpeando mi pecho y sacudiendo los barrotes de su jaula. Pasé mi pulgar por la punta de su barbilla.
—   ¿Qué mano usó?

OPINIÓN PERSONAL

¡Buenos días a todos!

Sí, sí, lo sé, estoy súper desaparecida des de verano… pero es que últimamente solo leo artículos científicos para trabajos de la universidad 🙁

En fin, hoy te traigo un guilty pleasure. Me explico. ¿Sabes esos libros con protagonistas tóxicos a más no poder, tramas surrealistas y llenitos de doble moralidad que no son sanos y no te tendrían que gustar pero que en el fondo te enganchan? Pues The Sweetest Oblivion de Danielle Lori es exactamente eso.

Este libro juega con un montón de clichés: enemies to lovers, forbidden love, bad boy-good girl… seguramente no entre en tu ranking de ‘libros favoritos 2021’, pero si te gustan estas tropes, probablemente pases un buen ratito.

Para empezar, tenemos a Nicolas Russo, Don de la mafia italiana. Este es un hombre sin escrúpulos, tramposo, posesivo y guapo a más no poder. Por otro lado, tenemos a Elena Abelli, una princesita de la mafia. Como su polo opuesto, Elena es dulce, educada, sumisa y hermosa.

Y ya sabemos lo que pasa con los polos opuestos… aunque es un problema cuando no soportas al único hombre que te atrae y además se va a casar en un par de semanas con tu hermana pequeña. Hace que los roces accidentales y los encuentros furtivos sean de lo más inapropiados…

Debían ceder al destino. El pasado y los secretos de Elena la hacían inapta para el matrimonio. Nico necesitaba casarse para unir a las familias y ganar poder. Des de fuera estaba claro cual era el camino correcto a seguir… pero cuando a un Don se le mete algo entre ceja y ceja es difícil que lo deje pasar.

Y Nicolas Russo tiene a Elena Abelli entre ceja y ceja des del momento en que la vió.

Muy recomendado si no quieres una lectura enrevesada y quieres despejarte un rato con un libro de lo más sassy. Dicho esto, creo que es importante repetir que The Sweetest Oblivion no refleja para nada el tipo de relación a la que debemos aspirar (mantengámonos todos alejados de traficantes, asesinos y capos de la mafia, por favor).

Feliz lectura 😉

Alba

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